El Adviento es un tiempo especial en la Iglesia que nos prepara para recibir al niño Jesús. La palabra “Adviento” proviene del latín adventus, que significa “venida”. Durante las cuatro semanas de este tiempo litúrgico, nos preparamos con esperanza y alegría para celebrar el nacimiento de Jesús. Este año, el Adviento comienza el 1 de diciembre y termina el 24, justo antes de la Misa de Navidad.
La Corona de Adviento simboliza la luz de Cristo que crece a medida que se acerca la Navidad. Cada domingo encendemos una vela, en un acto de espera y esperanza, acompañado de oración y lectura bíblica. Las velas, que progresivamente van iluminando la corona, simbolizan cómo la luz de Cristo disipa las tinieblas y nos prepara para recibirlo con alegría.
El Calendario de Adviento nos acompaña desde el primer día de Adviento hasta la víspera de Navidad, invitándonos cada día a realizar obras de misericordia mediante la oración, reflexión acciones concretas de amor y servicio hacia los demás. Este recorrido nos prepara para recibir al Niño Jesús, fortaleciendo nuestra fe y compromiso con los demás.
Este tiempo de espera y preparación nos invita a la reflexión y la oración, acercándonos a Dios mediante Su palabra. La Constitución Agustiniana nos anima a dedicar «días de recogimiento espiritual en los tiempos litúrgicos» (Const. 102). Así, vivir la celebración de la Palabra en comunidad o en casa nos prepara para el encuentro con Cristo en Navidad.
– In Iohannis Evangelium Tractatus, 18, 10
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