FAS: religiosos y laicos unidos en el servicio y el trabajo

Durante la XX Asamblea General de OALA realizada en el mes de abril en México los laicos agustinos de la región tuvieron por primera vez una participación activa responsabilidad de la Sra. Chilas Flye, representante de las Fraternidades Agustinianas Seculares de América Latina y el Caribe. Este hito en la historia de OALA responde a los proyectos de la Orden de San Agustín que tienen mucho que ver con los laicos y el cómo se les involucra y acompaña.

En su presentación la Sra. Chilas Flye resaltó que la comunidad de laicos agustinos de América Latina y el Caribe está conformada por 300 fraternidades seculares, con más de cuatro mil fraternos, haciendo de nuestra fuerza laical una de las más grande de América Latina. El 90% de los laicos agustinos son fraternos y es muy importante resaltar ello porque forman parte activa de la Orden de acuerdo a sus Constituciones (Const. 40; 45-47; 158.). Al cierre de su presentación enfatizó la necesidad de poder contar con un asesor religioso que acompañe a las fraternidades de la región.

Sra. Chilas Flye participando de una de las celebraciones durante la XX Asamblea General de OALA

Fr. Hernanis Díaz, OSA nos comenta que fruto de lo expuesto por Chilas y en respuesta a su pedido a la Asamblea, los Superiores Mayores y Delegados participantes evaluaron y votaron por la designación de un religioso encargado de acompañar a los fraternos. Esta responsabilidad recayó en Fr. Yuliano Viveros de la Provincia de Nuestra Señora de Gracia de Chile, quien desde ese momento se convirtió en el asistente religioso por parte de OALA responsable de acompañar y servir como enlace entre los fraternos y los Superiores Mayores.

Fr. Yuliano Viveros, OSA y la Sra. Chilas Flye.

Para Fr. Alexander Lam, OSA asistente general para Latinoamérica, esta nueva comisión de OALA, «buscará promover aún más, acompañar y vincular a las Fraternidades Seculares Agustinianas con toda la Orden para un mejor servicio a la Iglesia y a la sociedad». Para él, los laicos, que hacen parte de nuestra familia agustiniana, deben vivir su vocación agustiniana en comunión con la Orden y en su propia condición de laicos, es decir, siendo fermento del Evangelio en medio de la sociedad. Esto significa fomentar la interioridad; la comunión de mente y corazón para estar al servicio del mundo; crear espacios humanos que generen reconciliación y unidad, frutos tan típicos de nuestros santos a lo largo de los tiempos.

Finalmente, Chilas comparte un mensaje a los fraternos del Perú que se están preparando para su encuentro nacional en la ciudad de Chiclayo: «siéntanse muy orgullosos de pertenecer a la Orden. Luchen y trabajen unidos en el Perú, la Provincia y los Vicariatos. Esta, nuestra espiritualidad, es un camino maravilloso para encontrar el Camino a Jesús».