San José, Santo custodio de la Sagrada Familia

En la Solemnidad de San José, veneramos a este santo reconocido por su profunda fe y virtudes ejemplares. Esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús, San José es conocido como custodio de la Sagrada Familia por su obediencia incondicional a la voluntad divina y su dedicación al servicio de Dios y su familia.

Fr. Diomer Rodriguez, OSA, Coordinador de Communio Familias, nos dice que el don para la Iglesia y el mundo que Dios ha querido con San José tiene un alcance inimaginable. Hoy más que nunca hemos de mirar a San José y reconocer en él la figura paterna del hombre sabio, bueno y fiel; del hombre justo delante de Dios, que aún cuando en determinados momentos de su vida no comprendía lo que sucedía se fió del Señor y de sus misteriosos planes, tuvo la sensibilidad espiritual que solo un hombre de Dios puede adquirir para saber reconocer lo que éste le pedía y asumirlo con entera responsabilidad, donando su propia vida.

San José nos recuerda el rol decisivo de la figura paterna querida por Dios en una familia, en un hogar; cuya pujanza, amor y servicio tiene una fuerza edificante para el crecimiento al interior de la misma. La paternidad es un don que debe buscar siempre el auténtico bien de los hijos, cuyas vidas se abren al misterio de Dios. La paternidad, dice el Papa Francisco, «debemos recordar que nunca es un ejercicio de posesión, sino un “signo” que nos evoca una paternidad superior» (Patris Corde n. 7). 

La vida de San José, Santo custodio de la Sagrada Familia, nos enseña la importancia de vivir conforme a la voluntad divina, basándonos en sus virtudes:

  • Fe en Dios:  San José es admirado por su inquebrantable fe en la voluntad de Dios. A pesar de los desafíos y las incertidumbres que enfrentó, confió plenamente en la providencia divina, siendo un ejemplo de confianza y entrega total a Dios.
  • Obediente: San José demostró una obediencia sin reservas a la voluntad de Dios. Aceptó el papel que se le encomendó como protector de la Sagrada Familia y actuó con prontitud y diligencia en respuesta a las revelaciones divinas recibidas a través de los sueños.
  • Casto y puro: San José vivió una vida de castidad y pureza, preservando la integridad de la Sagrada Familia y demostrando un profundo respeto por la dignidad de María y la santidad del plan divino.
  • Humilde corazón: La humildad fue una característica distintiva de San José. A pesar de su importante papel en la historia de la salvación, permaneció en segundo plano, centrado en servir a Dios y a su familia con humildad y devoción.
  • Diligente y trabajador: San José ejemplifica la virtud del trabajo diligente y honesto. Como carpintero, trabajó con ahínco para proveer el sustento de su familia y enseñó a Jesús el valor y la importancia del trabajo.

En este día especial, elevamos nuestras oraciones a San José, implorando su intercesión para que nos guíe en nuestro camino de fe y nos ayude a seguir sus virtudes. 

Oración

Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. 

Amé.

Papa Francisco