En el marco de las iniciativas impulsadas por la Subcomisión de Pastoral Parroquial, liderada por Fr. Nelson Pinzón, OSA y Carlos Loayza, director de la División de Parroquias, se desarrolló con gran acogida el curso virtual “Claves del Acompañamiento Espiritual”, los días 11, 18 y 25 de junio. Este espacio formativo tuvo como propósito fortalecer la misión pastoral de quienes acompañan a otros en sus procesos de fe, vida y discernimiento, brindando herramientas que permitan una escucha más profunda, una presencia más cercana y una orientación más consciente y respetuosa.
La formación fue realizada por Fr. Miguel Oblitas, OSA, quien guió a los participantes a través de tres sesiones con temas esenciales como la actitud interior del acompañante, la escucha activa, el discernimiento espiritual y los límites del acompañamiento. A lo largo de estos encuentros, se promovió una reflexión pastoral que reconoce la importancia de la interioridad, la empatía y el respeto por la experiencia del otro como base del acompañamiento cristiano.
Un curso que fortalece el servicio pastoral
El curso reunió a 124 agentes pastorales de nuestras parroquias agustinas: San Agustín de Chiclayo, Nuestra Señora del Consuelo, Nuestra Señora de Gracia y Santo Toribio de Chosica. Fue un espacio de aprendizaje compartido y encuentro fraterno, donde la diversidad de experiencias enriqueció el proceso y reafirmó la importancia de seguir creciendo juntos en este camino de acompañar.
Los participantes valoraron positivamente el contenido y el enfoque del curso, destacando su claridad, profundidad y aplicabilidad a la vida pastoral cotidiana. La alta participación y el entusiasmo generado confirman que el acompañamiento espiritual es una dimensión que necesita ser constantemente fortalecida.
Desde la Subcomisión de Pastoral Parroquial se proyectan nuevas formaciones más específicas y continuas, orientadas a responder a las necesidades de nuestras comunidades y a seguir formando acompañantes con corazón agustino, capaces de caminar con otros en libertad, verdad y esperanza.
