Consiste en que unidos en una sola alma y un solo corazón busquemos y honremos a Dios, y trabajemos al servicio de su pueblo. Sus principales características son:
Es un itinerario con tres pasos: no vayas fuera, entra dentro de ti y encontrarás en tu interior la Verdad (Cfr. De la verdadera religión 39,72). Es un camino de conversión que nos lleva, sobre todo, al encuentro personal con Dios y también a conocernos mejor con la ayuda de la Escritura. La interioridad es una peregrinación en la fe, esperanza y caridad hacia el cielo.
La vida en comunidad, según la mirada agustina, implica:
Compartir la Eucaristía, la oración, la Escritura, el estudio, la enseñanza de la Iglesia, nuestra experiencia de Dios, etc.
Compartir las vivencias, alegrías, preocupaciones, amistad, nuestro tiempo, etc.
Compartir nuestros bienes, el fruto de nuestro trabajo y la atención a los más pobres.
La misión de los agustinos no se limita a una obra en específico, sino que busca responder a las necesidades de la Iglesia. Actualmente, nos sentimos llamados, principalmente, a la pastoral educativa y parroquial.
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