Un encuentro para escucharnos y reconocernos: Asamblea Sinodal en Santo Toribio de Chosica

Por Fr. Paulo Saavedra, OSA

En el mes de octubre vivimos en la parroquia Santo Toribio de Chosica un momento muy especial: nuestra primera Asamblea Sinodal Parroquial. Este espacio tuvo como principal objetivo encontrarnos, escucharnos y reconocernos como una misma comunidad de fe, perteneciente a la Iglesia local de la Diócesis de Chosica.

Fue una jornada marcada por el deseo de construir comunión, fortalecer los lazos entre los distintos grupos pastorales y discernir juntos los caminos que el Señor nos invita a recorrer como parroquia agustina.

Caminando hacia una comunidad más cercana y segura

Durante la asamblea, uno de los primeros temas abordados fue el proyecto de comunicación interna parroquial, alineado al principio agustino “Somos cercanos, acogemos y cuidamos a las personas”, que busca promover relaciones más humanas, fraternas y transparentes dentro de nuestras comunidades. Reflexionamos sobre la importancia de comunicarnos desde el cuidado y la empatía, especialmente en los procesos pastorales y en la vida cotidiana de la parroquia.

Otro momento significativo fue la presentación y entrega del Manual de Comunidades Seguras, a cargo de Fr. Diomer Rodriguez, OSA, con el acompañamiento de la señora Cecilia Cortéz, representante del Departamento del Buen Trato de la Diócesis de Chosica. Este diálogo nos ayudó a tomar mayor conciencia sobre la responsabilidad compartida de cuidar unos de otros, especialmente a los más vulnerables, y de promover ambientes donde todos se sientan protegidos y respetados.

Conversar en el Espíritu: una experiencia nueva para muchos

En el segundo día, trabajamos con la metodología de la conversación en el Espíritu, propuesta para las asambleas sinodales de todo el mundo. Este método nos permitió pasar del “yo” al “nosotros”: primero, meditando en silencio y respondiendo personalmente; luego, escuchando atentamente a los demás sin interrupciones; y finalmente, construyendo juntos un discernimiento comunitario.

Para muchos, fue una experiencia nueva, pero se vivió con apertura, respeto y deseo de aprender. Entre las principales conclusiones, se destacó la necesidad de que los laicos asuman un compromiso más amplio, trabajando por toda la comunidad parroquial y no solo por los grupos a los que pertenecen. También se valoró de manera especial la participación de los jóvenes, cuya alegría y dinamismo dieron vida a las dinámicas, la animación y el discernimiento conjunto.

Asimismo, se subrayó la importancia de la presencia cercana y constante de los frailes en las comunidades, así como la necesidad de fortalecer la comunicación parroquial, especialmente en redes sociales, para responder mejor a las nuevas realidades y modos de encuentro de los fieles.

Esta primera Asamblea Sinodal Parroquial marca un paso importante en el camino de comunión y participación de la parroquia Santo Toribio. Nos recordó que la Iglesia se fortalece cuando nos escuchamos con el corazón, reconocemos los dones de cada uno y caminamos unidos hacia el bien común.