Unos de los mayores desafíos que enfrentamos en la actualidad, es el creciente deterioro del medio ambiente frente al avance de la contaminación, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático a nivel mundial y la degradación de los ecosistemas que cada vez amenazan nuestra subsistencia y la de nuestras futuras generaciones. Ante ello es necesario tomar acciones inmediatas para atender esta realidad apremiante, la educación se posiciona como una herramienta muy importante y fundamental para atender y resolver estos problemas ambientales a partir de fomentar una cultura y conciencia de cuidado y protección de nuestro medio ambiente.
Sabemos que la educación desempeña un rol crucial en la formación de ciudadanos conscientes, responsables y comprometidos con el cuidado y protección del medio ambiente. Es importante fomentar desde la escuela el cuidar y valorar nuestro entorno natural, por ser nuestra casa común. Por ello es fundamental adquirir conocimientos sobre la interrelación entre los seres vivos, la importancia de la biodiversidad, preservación y conservación de los recursos y la adopción de prácticas sostenibles como el tema del reciclaje, entre otros. Pero sobre todo promover actitudes como campañas de sensibilización hasta la ejecución de proyectos interdisciplinares de responsabilidad social con nuestro medio ambiente, para despertar la curiosidad y el amor por la naturaleza en los estudiantes.
La educación ambiental también debe promover el desarrollo de habilidades, competencias y actitudes que permitan a los estudiantes convertirse en agentes de cambio. Es crucial fomentar las capacidades fundamentales como lo son el pensamiento crítico, la creatividad, la resolución de problemas y la toma de decisiones informadas. Los jóvenes deben sentirse capaces de tomar decisiones concretas en sus hogares, escuelas y comunidades, y contribuir así a la construcción de un futuro más sostenible.
Sin embargo, la responsabilidad de asumir una conciencia de responsabilidad en el cuidado y preservación del medio ambiente no recae únicamente en las instituciones educativas. La sociedad debe asumir el compromiso de fomentar una cultura ambiental de forma consciente y responsable con cada acción que realicen. Los gobiernos deben asumir su responsabilidad a través de la promoción de políticas públicas que apoyen la educación ambiental, brindando recursos, capacitación a los docentes y estableciendo programas de educación continua dirigida hacia toda la comunidad.
Así también, las empresas y la industria tienen un rol importante que desempeñar. Deben adoptar y desarrollar prácticas sostenibles, reducir su impacto ambiental y promover la responsabilidad social empresarial. Establecer acuerdos para colaborar con las instituciones educativas en la implementación de proyectos conjuntos que acerquen a los estudiantes al mundo laboral y les permitan aplicar los conocimientos adquiridos en un contexto real desde esta mirada del cuidado y preservación de nuestros recursos de una manera responsable y sostenible.
En conclusión, el medio ambiente y la educación están estrechamente vinculados y su relación es vital para garantizar un futuro seguro y sostenible.
Maribel Fernández Jara – Directora Académica Colegio Santa Rosa de Chosica