Mientras la Pontificia Comisión para la Protección de Menores celebra su asamblea plenaria en Roma, el Secretario, Padre Andrew Small, afirma que los esfuerzos para combatir los abusos sexuales del clero siguen adelante y se expanden en territorios misioneros con el apoyo directo del Papa.
Fuente: Vatican News
«Creo que ahora estamos en una fase de lo que yo llamo la Comisión que puede hacer. Es la que sabe poner en marcha estas medidas, y ciertamente las de prevención».
El padre Andrew Small, OMI, Secretario pro tempore de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, expresó esta consideración a Vatican News durante un encuentro con periodistas sobre los trabajos de la Sesión Plenaria de la Comisión.
La Comisión celebra plenarias en Roma dos veces al año.
La Comisión propiamente dicha
A finales de septiembre, el Santo Padre nombró a diez nuevos miembros de la Comisión, siete mujeres y tres hombres. A ellos se suman nueve miembros que han sido reelegidos, más un miembro que fue nombrado para un mandato de tres años el año pasado.
La mitad de los miembros de la Comisión son hombres y la otra mitad mujeres, con seis miembros procedentes de Asia/Oceanía, seis de Europa, cuatro de América y cuatro de África.
La Comisión está compuesta por 10 miembros que son fieles laicos, tres obispos, tres religiosas, dos sacerdotes y dos miembros de otras Iglesias cristianas.
Entre los miembros de la Comisión se encuentran expertos en derecho canónico, trabajo social, profesiones médicas y psicológicas, fuerzas del orden y la judicatura, así como expertos en pastoral que trabajan actualmente en diócesis y congregaciones religiosas. Muchos de los miembros, según el cardenal Seán Patrick O’Malley, presidente de la Comisión, han dedicado gran parte de su vida profesional a escuchar y apoyar a las víctimas/sobrevivientes de abusos sexuales por parte del clero y del personal de la Iglesia.
Independencia e informes al Papa
En su discurso de abril de 2022 a la Comisión Pontificia, el Papa Francisco afirmó su independencia mientras trabaja cada vez más estrechamente con el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, informando el trabajo del Dicasterio, la Curia y viceversa.
Al hablar de la institución formal de la Comisión como parte de la Curia Romana, dentro del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el Papa observó: «Quizá alguno podría pensar que esta ubicación pueda poner en riesgo su libertad de pensamiento y de acción, o quizá también quitar importancia a las cuestiones de las que se ocupan».
Sobre este punto, el Papa insistió: «He distinguido su gerencia y su personal, y seguirán relacionándose directamente conmigo mediante su presidente delegado».
El Santo Padre también les pidió que ayuden a las Conferencias Episcopales a combatir el fenómeno de los abusos sexuales por parte del clero a nivel local, estableciendo estructuras de denuncia adecuadas y eficaces, y que le presenten un informe anual local para ofrecer responsabilidad y transparencia.
Para ser digna de confianza, la Iglesia debe ser creíble, insistió el Papa, al tiempo que encomendó a la Comisión que siga adelante en su misión de salvaguardar y hacer efectivos estos elementos de forma concreta.
La importancia de la experiencia sobre el fenómeno mundial
«Como la Comisión va a cumplir diez años, el año que viene», observó el P. Small en la entrevista, «ha tenido sus momentos muy tensos y sus dificultades, y han sido momentos de confrontación con otros. Yo diría que el trabajo duro [ha sido] romper el terreno de los que dirían que el problema no es tan grande o que el problema se limita a ciertas partes del mundo».
«Creo que ese trabajo se ha hecho y han roto ese terreno con sus propias reputaciones y cuerpos, y tienen las cicatrices para mostrarlo».
La aplicación de las medidas, en medio de un panorama más aceptable
El Secretario de la Comisión afirmó que la Iglesia está poniendo en marcha medidas para prevenir los abusos en todas las diócesis del mundo.
«Que ahora tenemos la aceptación de que hay que poner medidas en todas partes», señaló, «de una manera diferente al panorama de hace diez años», donde algunos lo consideraban un «problema muy limitado».
Small expresó que, en este momento, los profesionales al servicio de la Comisión saben cómo poner en marcha estas y otras medidas de prevención.
«Si el terreno se ha roto», afirmó, «creo que nos corresponde a los que conocemos ese terreno, poner los servicios en marcha, y la Comisión está muy ilusionada con eso… con que el Santo Padre les haya llamado».
El asesoramiento al Sucesor de Pedro en la protección de los menores
Que el Santo Padre haya confiado a la Comisión este trabajo, y les haya ofrecido un diálogo único y directo, expresó, es particularmente significativo y quizás sin precedentes.
«Tuvimos toda una reflexión sobre la Puerta Estrecha, en las lecturas [litúrgicas] recientemente. La idea de que estén ahí, de que se les haya pedido que aconsejen a Pedro sobre cómo atravesar la Puerta Estrecha es una especie de llamada muy fuerte para ellos, y se sienten muy honrados y muy comprometidos con esa tarea».
Avanzando con el informe exhaustivo solicitado por el Papa
El viernes, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Padre Small respondió a las preguntas de los periodistas, donde confirmó que la Comisión sigue adelante con su tarea de preparar el informe detallado que les pidió el Papa.
Siendo realistas, para ser precisos y exhaustivos, el Padre Small dijo que espera ver un proyecto en 2023, y el informe real en 2024.
Señaló que se dividirá en cuatro secciones, y que será una herramienta lo más completa y útil posible.
El Secretario de la Comisión confirmó que el informe se presentará directamente al Santo Padre.
Dedicación de recursos
El P. Small mencionó que la Comisión pudo invertir en los expertos más cualificados para colaborar con ellos, dado que se les proporcionaron los recursos adecuados para garantizar que no se recortaran gastos en un área tan importante.
A su entender, la Comisión ha recibido un presupuesto de tamaño similar al de la sección disciplinaria del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, lo que les permite llevar a cabo sus esfuerzos con eficacia.
El P. Small también afirmó la importancia de que la Comisión reciba un papel de supervisión, que antes no le correspondía.
La Iglesia misionera necesita recursos y formación
El Secretario de la Comisión también destacó el reto continuo de combatir el fenómeno de los abusos en todo el mundo.
Tras recordar que la «Iglesia Misionera» y el Sur Global carecen de los recursos y la formación que hay en otras partes del mundo, subrayó que se están contemplando y aplicando medidas concretas para colmar esta laguna, pues señaló que sólo en Estados Unidos se gastaron el año pasado unos 25 millones de dólares sólo en formación.
Fuente: Vatican News