Crónica del Inquiétate y decide de la mano de Dios



El pasado sábado 23 de noviembre se llevó a cabo el evento Inquiétate y Decide, organizado por el Coordinador de la Pastoral Vocacional Juvenil, Fr. Miguel Oblitas, OSA, en la parroquia Nuestra Señora del Consuelo. Más de 95 jóvenes, provenientes de las comunidades de Lima y Chosica, participaron en una jornada de reflexión, escucha y discernimiento vocacional, desarrollada en un ambiente de fe y fraternidad.

La jornada inició con dinámicas y juegos que crearon un espacio acogedor, permitiendo a los asistentes sentirse cercanos y unidos. Este ambiente fue esencial para preparar los corazones y abrirlos a los testimonios que marcarían el resto del evento.

Conociendo las vocaciones desde la experiencia personal

El evento destacó por cuatro testimonios cargados de sentimientos, emociones y espiritualidad:

  1. Vida Laical: El Dr. Domingo Chang compartió su experiencia como laico, destacando cómo encontró su propósito al vivir su fe en el ámbito profesional y comunitario durante la época de pandemia por el coronavirus. 
  2. Vida Sacerdotal: Fr. Gustavo Moreo, OSA, relató con profundidad el proceso de su llamado a la vida sacerdotal, describiendo los temores y alegrías que sintió antes de sus votos. 
  3. Vida Consagrada: Sor Mónica, habló sobre su camino hacia la vida consagrada, un testimonio que tocó los corazones con su mensaje de entrega y confianza en Dios. 
  4. Vida Matrimonial: Maritza y Renzo, como pareja, narraron su experiencia en la vocación matrimonial, resaltando la importancia del amor como un reflejo del compromiso con Dios. 

Cada testimonio, marcado por decisiones difíciles, sacrificios y gratitud, invitó a los jóvenes a reflexionar sobre su propio camino y a discernir cómo Dios podría estar llamándolos.

La jornada concluyó con la Adoración al Santísimo, dirigida por Fr. Jorge Majail, OSA, y acompañada por las canciones de Miguel Quiñones, cantante católico, que inspiraron a los asistentes a vivir un profundo momento de oración y fortalecer su relación con Cristo.

Este encuentro dejó como enseñanza que Dios llama a cada persona en su tiempo y lugar, invitándolos a descubrir su vocación y responder con valentía a su propósito.